Nuestros sistemas de protección superficial contribuyen a la minimización de las pérdidas económicas que habitualmente provoca el deterioro de los materiales de construcción (acero, hormigón, …). El objetivo es dotar a las estructuras, piezas y edificios, de barreras y autoprotecciones para que resistan contra:
- La corrosión
- La absorción de humedad
- Los agentes contaminantes de la atmósfera
- Los actos vandálicos
Entre los sistemas empleados, destacamos los sistemas de impermeabilización y anticorrosión. Con el estudio y la implantación del sistema de protección idóneo para cada superficie, y según las necesidades del cliente, proporcionamos una mayor durabilidad a las instalaciones y edificios.